¿Osea que desde chiquito ya querías ser revolucionario?
Bueno, aún no tenía claro el concepto de revolución; lo que sí tenía claro era el concepto injusticia, no exactamente como el concepto, pero, frente a cualquier injusticia estaba listo para poner el pecho y defender a quienes necesiten, por eso en la escuela siempre me elegían presidente del grado. En el colegio no fue diferente, estando en primero me nombraron presidente del curso, recuerdo que todos me llamaban “ el presi”, lo que no sabía es que hiba a ser presidiario… (ríe con fuerza y se levanta a buscar algo entre sus libros, como si buscara otros recuerdos que contar).
¿“El presi”, es decir, el presidente?
Claro, el presidente, siempre me ha seguido esa “encantamiento” de ser presidente de todo sito o grupo donde me encuentro.
¿Cómo un «encantamiento»?
En casi todos los grados de la escuela y en el colegio me elegían presidente; cuando fui a estudiar en la provincia de Zamora Chinchipe en el colegio Luis F. Córdoba iniciamos la formación de la Asociación de Estudiantes y era presidente de 4to informática, fui a vivir en Quito e ingresé al colegio Cinco de Junio, en 6to curso ya era vice presidente y luego Presidente del Consejo Estudiantil, en ese mismo año fui electo Presidente Nacional de la FESE, (Federación de Estudiantes Secundarios del Ecuador) y en el año 2000 y en el 2002 me nombraron Presidente Nacional de la JRE (Juventud Revolucionaria del Ecuador), al ingresar en la Universidad Central mis compañeros de escuela de ciencias sociales me eligieron presidente de la Asociación de Estudiantes, y más tarde fui electo presidente de la FEUE Quito y Presidente Nacional de la FEUE.
Y para confirmar la regla, estando en la cárcel, ahora soy el presidente de las personas privadas de libertad, aunque la denominación de presidente la reemplacé por la de coordinador, que me parece más ajustada a la situación del lugar.
¿Entonces, sólo te falta ser Presidente de la República?
He pensado en eso, si desde ese sitio tengo la oportunidad de seguir luchando por la transformación social del país, pues jamás me he negado a los retos, pero por ahora, me gustaría ser Asambleísta, debemos recuperar muchos derechos perdidos, como la educación gratuita, la autonomía universitaria, e impulsar la fiscalización a los corruptos y poner un alto a la prepotencia de este gobierno; la asamblea nos brinda muchas posibilidades de lucha, lamentablemente ahora es solo un apéndice del poder ejecutivo, muy pocos asambleístas sacan la cara por el país, entre ellos, los compañeros del MPD y Pachakutik.
¿Y cómo te vinculaste con los grupos de izquierda?
El el colegio Nicolás Infante Díaz, asistí como delegado al congreso provincial de la FESE, estaba en primer curso, era el año 1991, allí entré en contacto con las ideas de izquierda que pululaban entre los jóvenes de la provincia. Quienes asistieron al evento resolvieron iniciar movilizaciones en contra del alza de pasajes, nuestro colegio -como siempre- encabezó la protesta. En el Nicolás existía un grupo muy fuerte de militantes de la JRE, de los compañeros del colegio que en ese entonces eran líderes estudiantiles recuerdo a Max Montes, Mao Moreno, hasta sus nombres provienen de iconos de la revolución mundial, Mao Tse Tung y Carlos Marx, eran los clásicos… (risas), ellos dirigían al Frente Revolucionario Infantino, el combativo FRI.