Tres años de injusta detención. (Artículo tomado del periódico En Marcha del PCMLE)
Este ocho de diciembre se cumplen tres años de la ilegal detención de Marcelo Rivera, fruto de la acción penal impulsada por el gobierno con la que lo acusó de “atentar” contra el rector de la Universidad Central.
Como recordaremos, la injusta detención y condena del entonces Presidente Nacional de la FEUE es resultado de la presión que el ejecutivo ejerció sobre los jueces y fiscales para “crear un precedente” y atemorizar a todo aquel que expresaba su descontento por la marcada derechización que su gobierno estaba practicando. Marcelo Rivera, como Presidente Nacional de la FEUE, lideró la lucha de los estudiantes universitarios y secundarios para que en la Asamblea Constituyente se reconozca el derecho de los jóvenes a tener acceso a la educación superior, laica y gratuita.
Tres años ya de la absurda decisión del Tercer Tribunal Penal de Pichincha, que lo sentenció a 3 años de reclusión bajo los cargos de agresión terrorista, iniciando así lo que sería una serie de persecuciones, acusaciones y sanciones a dirigentes políticos y activistas sociales que recogen y expresan el reclamo de los ciudadanos en torno a la vigencia y defensa de los derechos consagrados en la actual Constitución, que son pisoteados por Correa y sus seguidores.
Tras treinta y seis meses de prisión el gobierno no ha podido doblegar el espíritu rebelde de Marcelo Rivera, pese a fue trasladado ilegalmente desde Quito a la cárcel de Sucumbíos, el 11 de marzo del 2011, para tratar de romper con la solidaridad que se expresaba y crecía tanto internacionalmente como dentro del país.
“El encierro provoca reflexión y me ha ayudado a afianzar mis ideas” señala en una entrevista que concedió a un diario capitalino. Y así es, Marcelo, a la par que se dedica a cultivar sus estudios, es considerado como un dirigente por los otros reclusos, pues lo consultan y les sirve de guía.
La solidaridad con Marcelo Rivera y con los otros detenidos políticos continúa expresándose; organizaciones de derechos humanos, sociales y populares no desmayan en sus acciones y denuncias sobre la criminalización de la lucha social que lleva este gobierno que se encuentra cada día mas desesperado por su bajo nivel de credibilidad.
La libertad de Marcelo Rivera y de los “10 de Luluncoto” es la consigna.