¿Lo mismo dice el gobierno actual?
Pues claro, la oligarquía quiere dejarnos ciegos, sordos y mudos, atados de pies y manos, quieren que el “quehacer político” sea exclusivo de las clases dominantes, les interesa que abandonemos la acción política para dejarles el campo libre sólo a ellos.
Ahora el régimen correísta ha profundizado su ofensiva en contra de los partidos políticos, en especial, a punta sus baterías en contra del MPD, al punto que ser del MPD es casi un pecado mortal. En todas las entrevistas los periodistas empezaban con la clásica pregunta: ¿Es usted del MPD, pertenece algún partido político? Cuando les respondía con seguridad y aplomo: SÍ soy orgullosamente militante del MPD, dejaron de molestarme con la preguntita esta. Luego se inventaron otra: ¿El MPD esta detrás de las movilizaciones estudiantiles? Le respondía: El MPD no está detrás, el MPD está adelante, encabezando y apoyando la lucha justa de los estudiantes… con esto los super periodistas no regresaban por más…
¿Luego de la caída de Bucaram cómo quedó el país?
Fue un momento cumbre para el movimiento social y popular organizado; en las clases de historia había estudiado sobre los derrocamientos de las dictaduras civiles y militares, la caída del gobierno autoritario de Velasco Ibarra, siempre me fascinó estos relatos; para muchos ya no era solo historia pasada, era una realidad, la lucha del pueblo puede derrocar no solo presidentes, podemos tumbar a la oligarquía y ser poder, para desde allí cambiar el Ecuador.
Los sociólogos decían, en ese entonces, que era un gran acontecimiento que se produce cada 50 años, ocurrió que al cabo de cuatro años ya estábamos derrocando al gobierno de Jamil Mahuad (enero del 2000), cinco años después al gobierno de Gutiérrez (abril del 2005). La juventud y los trabajadores vamos entendiendo que los cambios están en nuestras propias manos, que la transformación social es obra de los pueblos organizados, y no de algún mecías que venga del cielo.
¿Cómo transcurrió el gobierno de Alarcón?
Al gobierno interino se le entregó el Mandato del Pueblo, era un documento que el Frente Patriótico elaboró recogiendo todas las demandas de los sectores sociales, era la plataforma de exigencias de quienes nos jugamos la vida en las calles para derrocar a Bucaram; el gobierno recibió el documento y lo archivó en al baúl del olvido, de alguna forma era lógico que un régimen burgués iba a dejar de lado las demandas populares, sin embargo, cumplimos con nuestro deber de seguir levantando las banderas de lucha, ahora para exigir el cumplimiento del Mandato del Pueblo.
El gobierno de Alarcón pasó a ser uno más de los tantos gobiernos que hemos tenido, su acción giró en torno a dos ejes: legitimarse ante el pueblo, para lo cual impulsó una consulta popular; y reformar la débil estructura estatal, con este propósito convocó a la Asamblea Nacional Constituyente en el año 1998.
¿Cual fue su la papel que jugó el movimiento social, particularmente el movimiento estudiantil en este proceso?
Al año siguiente del derrocamiento de Bucaram, en junio de 1997 se realizó el IX Congreso Nacional de la FESE, en la ciudad de Quito en el salón del ex-senado, recuerdo muy bien este evento porque en el mismo fui electo Presidente Nacional de la FESE.
Un año antes, en un Consejo Nacional de la FESE en Guayaquil me eligieron Secretario Nacional, así que todo el proceso de lucha contra el gobierno de Bucaram estuvimos dedicados a fortalecer el movimiento estudiantil, de alguna manera nos habíamos ganado un liderazgo no solo en los colegios de Quito, viajé a muchas provincias, visité los colegios más importantes a nivel nacional, y en el IX Congreso de la FESE tuve el honor de ser electo por unanimidad presidente nacional.
El IX Congreso de la FESE evaluó las jornadas de lucha, la caída de Bucaram, el fortalecimiento y la unidad del movimiento estudiantil, la situación educativa, aquí se aprobó un documento que resumía nuestras propuestas para la transformación de la educación; nos comprometimos a profundizar la lucha rumbo a la Asamblea Constituyente para hacer de ella un espacio de movilización en defensa de los derechos democráticos del pueblo, como la gratuidad de la educación en todos sus niveles, el fortalecimiento de la educación pública y de calidad entre otras propuestas.
¿Qué pasó en la Asamblea Constituyente del 98?
Se convocó a las elecciones de la Asamblea y la derecha se encumbró en ella, el Partido Social Cristiano con la Democracia Popular obtuvieron una bancada grande que les permitió controlar la Asamblea, Oswaldo Hurtado de la DP fue electo presidente de la misma, y para alejarla de las movilizaciones que continuaban en la ciudad de Quito se refugiaron en la Academia de Guerra en Sangolquí. Hasta allá nos íbamos en marcha, caminado, en buses, “jalando dedo”, como sea llegábamos.
Y como los recibían los Asambleístas?
Excepto los compañeros del MPD que salía a recibirnos, el resto no se asomaban, como siempre, después de entregar nuestras propuestas, nos dejaban esperando afuera horas y horas, bajo el sol, la lluvia, el frío… cansados de tanta espera recuerdo que un día nos decidimos a ingresar para hacernos escuchar, se armó una bronca tenaz, gases, piedras, en fin, con todo eso logramos ingresar al pleno de la Asamblea, hablamos, nos escucharon y no pasó nada. La presión social no bastaba, la bancada de izquierda era pequeña, no habíamos logrado que la lucha social se transformara en votos y consecuentemente en escaños en la Asamblea Constituyente.
¿Osea que el pueblo en general luchaba con las organizaciones de izquierda, y en las eleciones votaba por la derecha?
Bueno, no tengo esa visión fatalista, pero algo de eso ocurría… En todo caso la conciencia de la juventud y del pueblo había crecido mucho, las organizaciones sociales eran más fuertes, la unidad alrededor del Frente Patriótico era una experiencia muy importante, y sobre todo, teníamos la certeza de que con la lucha del pueblo podíamos determinar el curso de la historia. Además, forjar una conciencia política que se traduzca en votos no es cosa fácil, la derecha maneja muy bien los hilos del poder y a pesar de los golpes recibidos, en ese entonces, no estaba arrinconada, ni mucho menos acabada. Me parece que lograron capitalizar el sentimiento de cambio que estaba gestándose en el pueblo.
¿Qué tipo de constitución aprobó la Asamblea de 1998?
Una asamblea controlada por la derecha no podía hacer otra cosa que elaborar una constitución que refuerce el sistema capitalista, es más, la derecha se atrevió a plantear la privatización de la educación, recuerdo que uno de los artículos propuestos por la alianza PSC-DP era trasladar la responsabilidad de la educación a los municipios y los padres de familia, era la municipalización de la educación, de no haber sido por la movilización popular combinada con la consecuente labor de los asambleístas de izquierda, habrían consumado su pretensión.
En el caso de la educación superior el golpe fue más duro, es en la constituyente de 1998 donde se elimina el criterio de la gratuidad de la educación en todos los niveles, en adelante, la carta magna solo reconocía la gratuidad hasta el bachillerato o su equivalente; se establecieron las matrículas diferenciadas y se abrió un proceso hacia la mercantilización de la educación superior, si revisamos las estadísticas, es en esta década donde el número de universidades privadas se incrementó vertiginosamente, además, en la nueva constitución se estableció un sistema de ingreso.
Por otro lado, se le dio mucha preponderancia a la participación de las empresas privadas en los asuntos estatales, so-pretexto de la “modernización del Estado” se estableció el sistema de concesiones o privatización de las áreas estratégicas, la reducción del tamaño del Estado, las leyes del mercado eran las que dirigían el rumbo de la economía, y allí fue donde se legalizó el salvataje bancario que al año siguiente desencadenaría el más grande asalto que recuerde la história, el “Feriado Bancario” en el gobierno de Mahuad. En definitiva la constitución del 98 elevó a categoría de leyes todas las concepciones neoliberales.
¿De qué manera repercutió en la vida del país la nueva constitución?
Algunas cosas ya las comenté antes, pero lo más importante es que la juventud y el pueblo no paramos de luchar, el combate popular seguía, a pesar de que estaba muy de moda todo el discurso neoliberal; en las asambleas estudiantiles siempre había alguien que decía: “el Estado es muy grande y pesado, debe reducirse”, “la educación privada es mejor que la pública…”, “debemos ser emprendedores, nada se saca con las marchas, debemos trabajar muy duro para salir adelante…” y así cosas por el estilo.
Recuerdo que en el año 1999 la FEUE enfrentó con valor la arremetida neoliberal en las universidades, el Consejo Universitario de la UCE pretendieron aprobar la elevación de las matrículas y el establecimiento del examen de ingreso…
Perdón la interrupción, pero estamos hablando de 1999 o del 2009?
Bien, buena analogía, estamos hablando de la “larga noche neoliberal” de finales de la década del 90 que por obra de las mentes lúcidas se alargó hasta nuestros días…
Era una broma, continua por favor.
Decía que la FEUE defendió la universidad pública del ataque furibundo del neoliberalismo, la historia habla por sí sola, nadie puede desconocer que la FEUE dirigida por la izquierda revolucionaria cumplió su rol. En ese contexto se realizó una de las tantas tomas del rectorado del la UCE, como presidente de la FESE participé junto a otros estudiantes secundarios en dicha toma, era la primera vez que ingresaba a esas oficinas, hasta dormí varios días en las alfombras de la sala de sesiones del Consejo Universitario, como es la vida, que iba a pensar que 10 años más tarde estaría en ese mismo sitio como miembro del HCU y como Presidente de la FEUE defendiendo lo mismo que cuando era Presidente de la FESE: la gratuidad, el libre ingreso y la autonomía.