Quito, diciembre 2011
Querido amigo.-
Hace poco tiempo se cumplió un año más de tú condena, para muchos de nosotros esta fecha es recordada con mucha tristeza y rencor, nos duele saber que uno de los nuestros se encuentra en las mazmorras de la revolución ciudadana, pero comprendemos que este es un reto que debe ser enfrentado, no solo por ti si no por todas nuestras fuerzas.
Desde el primer momento que entraste a la cárcel el enemigo lanzó todas sus fuerzas para liquidar tú imagen, se han mencionado un sin número de criterios con el objetivo de golpearte y golpearnos a nosotros, con esos argumentos han buscado aislarnos de las masas, debilitar a nuestra fuerza, han tratado de desmoralizarte para que caigas a los pies de las clases dominantes.
He visto y palpado en esa lucha como los enemigos han aprovechado tu condena para enfilar sus garras contra los revolucionarios, pero también he visto como los revolucionarios han enfilado sus armas para defenderte y combatir a los villanos. Unos con más argumentos que otros hacen lo posible para que las acciones emprendidas contra ti se conviertan en carne de su carne y enfrentar con todo el valor.
¿Por qué lo hacen eso los compañeros? En primer lugar por que comprenden la disciplina revolucionaria, saben que tu defensa es una voz de orden a la cual ninguno de sus militantes puede dejar de asumir esa tarea. El partido ha comprendido que tu defensa no es un asunto netamente jurídica sino político, lo que significa, que si alcanzamos tu libertad tendremos una importante victoria. En segundo lugar las personas te defienden por que ven en ti a una hombre honesta y valiente, sienten tu firmeza, saben y están enterados que tu no has bajado las banderas y mas bien has levantado más en alto los principios revolucionarios.
Cada ves que me acuerdo de tu pena jurídica recuerdo la frase de Stalin que dice “los comunistas somos de un temple especial”, esas inolvidables palabras que describieron el acero con que se formó Lenin, son en la actualidad la descripción que calza para los revolucionarios del mundo entero, por que personas como tú luchan con anhelo y esperanza contra el capital. Recuerda que han existido muchos revolucionarios que han sido encarcelados y perseguidos, pero que a pesar de ello su convicción y sus ideales han sido libres y eternos, hoy tu cuerpo esta encerrado pero tu energía y tus ideales siguen estando libres. Acuérdate de la frese de Frida Kanhlo: “para que quiero pies si tengo alas para volar”.
Te cuento que desde el momento de enterarme de tu prisión me entro mucho ira y cada vez que sabia de las injusticias que se producían está se convertía en furia. En muchas ocasiones me sentía atado de las manos al no poder hacer nada por conseguir tu libertad y sentir la persecución a mis compañeros, pero comprendía que mi puesto en la lucha no era estar en los jurados, sino en el enfrentamiento político.
Coincidencias de la vida, por esas fechas se cumplían los 100 años del nacimiento de Miguel Hernández, un poeta de prestigio universal que formó parte de los combatientes que enfrentaron al fascismo en España y su poesía fue tan grande, llena de contenido y forma, construida con los sentimientos del pueblo, sus versos son recordados por muchas generaciones y admirados por otras tantas.
Al igual que tú él fue encarcelado y criminalizada su lucha, es por ello que cuando se conmemoró el nacimiento de Miguel Hernández y bajo la coyuntura de que a los revolucionarios ecuatorianos eran perseguidos y encarcelados, yo escribí unos pequeños versos, que no tienen la calidad literaria de Hernández ni tampoco se encuentran en los cánones de la estética tradicional, posiblemente a algunos les parezca muy superficial; pero son las iras y las esperanzas convertidas en palabras, es la pólvora fulmínate de los sentimientos convertidos en versos.
El rayo, aun no cesa
Rayo de luz,
destellas
con las voces
de los reprimidos.
Entre las subversivas sombras
organizas los cantos del tornado,
desgarras las mentes malgastadas.
Quebrantas la inconciencia de lo pasivo
excitando las almas prohibidas.
Rayo aun no cesa tu lucha
levantas mareas
y liquidas la ceguera.
Fuerza del volcán
destrozas la tierra arcaica y decadente,
destruyes lo establecido
y despedazas el silencio.
La palabra
tu arma,
la ira
tu escudo,
la rebeldía
tu compañero
con quien desafías lo sólido,
transgredes la ironía y
te burlas de la moralidad.
Rayo que no cesas
encarcelaron tu verso,
pretendieron liquidar tu poesía.
Tu letra sigue viva
y jamás tomarás obediencia.
jamás te callarás
y serás inspirador
de los gritos de rebelión.
Quito, Agosto 2010
Inspirado en Miguel Hernández y dedicado par mis compañeros que son perseguidos.
Cuando escribía estas oraciones me acordaba de ti y de nuestros compañeros universitarios, me acordaba con que valor entraste a la cárcel, el entusiasmo con que te vi el día que te visite, esa misma sonrisa y alegría con la que asumiste Jota en los días cuando te conocí.
Me alegro haberte conocido y siento orgullo de ser tu compañero, por eso espero (más temprano que tarde) estemos en la lucha juntos codo a codo, por que juntos seremos más que dos.
Mi querido compañero te envío mis saludos y los de mi familia, los cuales siempre solidarios te dan todas las mejores energías para que sigas en la lucha. Mis compañeros de trabajo también esperan el día para verte libre y con todo el entusiasmo revolucionario esperan que siempre tengas la moral bien en alto.
Entusiasmado por que sigues bien, espero conocer más noticias de ti me despido dejándote un pequeño verso de Stalin:
Sabed que quien ha caído rendido en tierra
quien ha sufrido el yugo de la opresión
ha de elevase por encima de las cumbres
en las alas de las más luminosa esperanza.
Con mucho cariño
Ismael Domínguez