Por: Marcelo Rivera
Cárcel de Sucumbíos
Al engreído de Carondelet
Me imagino que sonríes y muy contento saltas
Crees en tus manos tener el destino
Estas seguro que tu defines el camino
Piensas que es eterno tu periplo
Te equivocas engreído niño
Los pueblos son sabios y más de uno rechazó tu guiño
Aprendemos y luchamos
Zigzagueamos y avanzamos
Nada se detiene, todo fluye y se acrecienta
Hoy un escalón más que acumula la jornada
Mañana un paso más que empuja la batalla
Siempre fijo el horizonte, muy presente en la mirada
No sonrías demasiado que hoy no es mañana
El destino se construye día a día, semana a semana
Los caminos se descubren, tu no marcas la pisada
No hay nada que sea eterno, que nuble la esperanza.